Tallando la vida

La semilla puede ser un fruto, un árbol o una visión maya. Su germinación requiere pasión, lágrimas, esfuerzo y sacrificio. Nos enseña a romper lo que es la verdadera vida, de ahí retomamos la vida y la muerte.

Demos paso a la creación, creando con visión, para entrar a una realidad.

Es verdad que lloraste y el gran espíritu te escuchó y la visión te dice: ¡ánimo, tú puedes, siéntelo, vívelo! Entonces eres un labrador de semillas.

Encuéntrate, da gracias a este momento de crisis, que es el momento de crecer.

La semilla ya germinó, ya enraizó, ya detalló. Si la semilla ya tiene su elaboración ahora tú, como semilla de luz, ¿dónde estás? ¿en el pensamiento o en el crecimiento?

Cualquier realidad es importante. Ahora la importancia de la semilla de luz es respirar. Respira tan profundo como le llames felicidad. Ya somos agua y materia, luz, sonido, ya estamos vivos, ya somos visión maya.

Somos el detalle de la vida, somos la germinación de la pasión y la ilusión de vivir. La muerte es tan natural que no debemos de temerle. Romper con todos nuestros pensamientos, sentimientos y emociones es remontarnos a la verdadera vida. Sonríe: ¡ya somos materia! 

Dale paso a la creación, dale paso a la nueva información.

 Ya eres un detalle de la vida: Tallo - Yo.