Es momento de despertar de verdad, hagámoslo

Desde Mexhico Tenochtitlán, en conexión con la Sagrada Montaña, para el mundo

Estamos acostumbrados a solo escuchar lo bueno. Pero hoy vamos a hablar de lo malo. Sí, de lo malo.

Toma un poquito de tierra o de energía. Moldéalo en tus manos, dale vida, no dejes de moldearlo.

Ahora ponle todo tu enojo, pero de verdad ponle todo y sigue moldeando. Ahora ponle tu envidia, ahora toda tu tristeza. Se siente ¿verdad?, está ahí entre tus manos. Ahora ponle una pizca de apatía y desgano. Ahora todos los chismes y las críticas que has hecho. Sigue moldeando, te está quedando bonito.

Ponle tus quejas, tu negatividad, aprovecha y ponle toda tu negatividad. Vamos a ponerle todo tu estado de víctima. Coloca ahí la violencia, los gritos y tu impaciencia. Sigue moldeando.

¿Qué más le quieres poner? La mala abundancia, el estrés, la insatisfacción. No se te olvide ponerle todas las mentadas de madre que mandas y dices. Muy bien, está quedando muy bien. 

Necesitamos algo que lo encienda y lo active más. Así que vuélvele a poner todo tu enojo, toda tu ira. Este es el combustible.

Ya está listo, ahora mándalo al cielo. Deja que todo esto viaje a través del cielo.

Qué bonito, ¿verdad? Te gusta, ¿verdad?

Esto es lo que estás creando y compartiendo cada día. Esto es lo que generas cada vez que te enojas.

Es momento de crear conciencia: mandemos bellas y mejores cosas. Date cuenta de que te estás contaminando a ti y a todos. 

¡Es momento de despertar de verdad!